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? CONSECUENCIAS DEL TACATÁ ?

? CONSECUENCIAS DEL TACATÁ ?

Muchos padres y madres ven el tacatá como una manera de darles independencia a los bebés, pero en realidad, los tacatás son causantes de muchas lesiones e incluso pueden retrasar el desarrollo motor. En Canadá, por ejemplo, la venta y publicidad del tacatá está prohibida.

Numerosos estudios científicos han llevado a la Asociación Española de Pediatría a ser más que contundentes con respecto al uso del tacatá:

  • Se multiplica por cuatro el riesgo de caerse por la escalera
  • Entre un 12% y un 33% de los niños que usan el tacatá sufrirá un accidente
  • Existe un mayor riesgo de sufrir intoxicaciones y quemaduras
  • Un niño que va en tacatá tiene el doble de posibilidades de sufrir un traumatismo craneoencefálico y fracturas en brazos y piernas
  • El tacatá genera un retraso en el desarrollo motor y, en consecuencia, los niños y niñas tardarán más en aprender a andar

 

Un tacatá es un vehículo rápido

“Pero si solo fue un segundo…” . Es una de las frases que más escuchamos los profesionales en urgencias cuando acuden unos angustiados padres después de que su pequeño haya sufrido algún tipo de accidente casero.

Usando el tacatá, un bebé puede recorrer más de un metro de distancia en tan solo un segundo. Y ese es el tiempo necesario para que un niño acceda a un objeto peligroso, se caiga por una escalera o se pille un dedo en una puerta sin que sus padres tengan tiempo para evitarlo.

Retraso en el desarrollo motor

La Asociación Española de Pediatría no solo se opone al uso del tacatá por evidentes motivos de seguridad, sino porque también puede retrasar el desarrollo motor de los niños.

Tengamos en cuenta que a edades tan tempranas (los tacatás se suelen usar a partir de los siete meses) los niños no saben caminar. Se supone que en esa fase nuestros pequeños deberían estar aún en el suelo: gateando, reptando, intentado ponerse en pie por ellos mismos, haciendo equilibrios y realizando sus propios cálculos sobre el movimiento para establecer puntos de referencia.

Los niños y niñas tienen que pasar por todo ese recorrido natural para un correcto desarrollo motor. Cuando les ponemos dentro de un tacatá, les negamos esa fase, puesto que el niño está apoyado con sus manos al caminar y sus puntos de referencia no son los correctos. Esto dificultará el inicio de la marcha por sí solo llegado el momento.

 

OBSERVACIONES

“Pues mis hijos han usado tacatá de toda la vida y nunca les ha pasado nada…” ¡OJO! No hay que confundir experiencia personal con evidencia científica. La experiencia personal es única e individual y no sirve para establecer normas generales. Sin embargo, la evidencia científica son conclusiones de grupos de expertos tras años de estudio y seguimiento, basadas en datos de miles de casos y analizando todas las variables posibles y que puedan afectar a los resultados.

Definitivamente, No al tacatá

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